Algunos futurólogos pronostican que el dinero en efectivo y las tarjetas
desaparecerán algún día
Desde hace tiempo los futurólogos anticipan un mundo sin dinero en efectivo,
en el que los billetes de papel y las tarjetas de plástico serán reemplazadas
por escáneres de huellas digitales y de retina capaces de distinguir al
propietario legal de un ladrón de identidad.
Lo que probablemente no pronosticaron es que una de esas tecnologías no
debutaría en el Valle de Silicio y en el Instituto de Tecnología de
Massachusetts sino en una pequeña universidad estatal en el remoto oeste de
Dakota del Sur, a 40 kilómetros (25 millas) del Monte Rushmore.
Dos talleres en la Facultad de Minas y Tecnología realizan uno de los
primeros experimentos en biocriptología, una mezcla de biométrica (el uso de
características físicas para identificación) y criptología (el estudio de la
codificación de información privada). Los estudiantes en el establecimiento de
enseñanza de Rapid City pueden comprar una bolsa de papitas fritas en una
máquina que detecta su hemoglobina para asegurarse de que la transacción es
legítima.
Los investigadores consideran que su tecnología podría impedir una situación
morbosa que a veces se ve en películas de espionaje en la que un ladrón le
rebana un dedo a alguien para engañar al escáner.
Un viernes reciente, el estudiante de ingeniería mecánica Bernard Keeler le
entregó una cerveza a una cajera en la tienda de la universidad, anotó su fecha
de nacimiento en una pantallita y pasó por ella el dedo. En segundos, el
dispositivo identificó sus huellas y detectó que circulaba sangre en el interior
del dedo, permitiéndole concretar la compra. Más tarde, Keeler mostró el recibo
que le enviaron a su teléfono multiusos por correo electrónico.
La tecnología lectora de huellas digitales no es nueva, ni tampoco el
concepto general del uso de la biométrica para pagar por las compras. Pero es
esa medida extra de protección —asegurarse de que el dedo tenga pulso— la que,
según los investigadores, va más allá de los escáners digitales de la
actualidad, que se usan principalmente para averiguación de antecedentes
penales.
Al Maas, president de Nexus USA —una subsidiaria de la firma Hanscan Identity
Management, con sede en España, que patentó la tecnología— admitió que Dakota
del Sur podría parecer un lugar inusual para probarla, pero lo consideró
ideal.
"Me dije que si da resultado aquí en la región centro-norte de tendencia
conservadora, funcionará en cualquier sitio", explicó.
Maas se crió cerca de Madison, Dakota del Sur, y quería que su estado natal
fuese el campo de experimentación de la tecnología. Convenció al propietario de
Hanscan, Klaas Zqart, que usara el establecimiento universitario de 2.400
estudiantes para probarla.
Todos los estudiantes cursan ingeniería mecánica o ciencias aplicadas, lo que
significa que están naturalmente inclinados a la tecnología, dijo Joseph Wright,
el vicepresidente adjunto de la universidad para desarrollo
investigativo-económico.
"Dakota del Sur es un lugar donde la gente asume riesgos. Somos muy
emprendedores", afirmó Wright.
Fuente:El Nacional.
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