El castellano está plagado de frases hechas que, curiosamente, solo tienen
sentido si no se traducen
«Si es que es de cajón: como siga sin hacer ni el
huevo, le van a cantar las cuarenta». Si comprendes esta frase es que has
aprendido castellano como
lengua materna. Para un extranjero, todas estas palabras
juntas no tienen ningún sentido si se leen por separado. ¿Qué tienen que ver
un cajón, un huevo y el cante? Para los no españoles,
comprender el sentido de esta frase puede convertirse en todo un reto. Para
ellos, un cajón es un lugar donde se pueden guardar objetos, el huevo sale de la
gallina y posiblemente no sepan que con las cuarenta se pueda hacer algo más que
contar.
Los dobles sentidos de algunas palabras son de lo
más interesante... y de lo más variado. Las expresiones encuentran usos
variopintos útiles para todos los contextos. En el familiar, por ejemplo, se
puede escuchar «hacer el primo» –dejarse engañar fácilmente» o «no hay tu tía»
–no hay remedio». Este último caso ha ido evolucionando con el paso del tiempo.
En origen, la locución se formaba con la
palabra «tutía», que a su vez se trata de una derivación del término
árabe «atutía»: óxido de cinc, generalmente impurificado con otras sales
metálicas, que, de manera de costra dura y de color gris, se adhiere a los
conductos y chimeneas de los hornos donde se tratan minerales de cinc o se
fabrica latón. A día de hoy, la RAE recoge ambos usos, tanto
con «tu tía» o «tutía»
Para seguir en familia, más de uno habrá oído
decir a su madre: «Hijo, quítate el abrigo, que te va a dar el piojillo». No, no le
está diciendo que vaya a sufrir problemas de higiene capilar, sino que va a
tener mucho calor. Otro animal que se entremezcla en frases difíciles para
extranjeros –y también utilizando su diminutivo– es el gusano. «Matar el gusanillo» está recogido en el diccionario de la RAE
con dos acepciones: satisfacer el hambre momentáneamente y beber aguardiente en
ayunas.
Gatos, perros e incluso burros están entre las curiosas expresiones del castellano
Y es que el reino animal da mucho de
sí para este tipo de expresiones propias del castellano. Seguro que conoces el
significado de las locuciones «poner a caer de un burro» –con su homónimo «poner
verde»–, «poner el cascabel al gato» o «comer como un pajarito». Otros, como
hacer o tener «un día de perros» tienen usos parecidos en otros idiomas. En
inglés, por ejemplo, utilizan «it's raining cats and dogs»
para indicar la fuerte intensidad de una tormenta. En castellano, para este
mismo fenómeno también podrías escuchar «caen chuzos de
punta», algo que alertaría a los no avezados en este idioma si consultaran
el significado de la palabra «chuzo»: se encontrarían con que es un palo armado
con un pincho de hierro que se usa para defenderse y ofender o un carámbano de
hielo.
La lista de estas expresiones podría alargarse
indefinidamente. Entre algunas de las más curiosas, se encuentra ser «el
ojito derecho» –ser el favorito de alguien–, «estar a huevo» –que algo
sea muy fácil– o ser un «maría-mitades» –querer comer sólo la mitad de los
alimentos, independientemente del tamaño que estos tengan–. El vocabulario nunca
dejará de sorprendernos.
Fuente:ABC.es
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