Análisis clínicos: ¿En ayunas o después de haber comido? Francisco Pérez Jiménez, director científico del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC), aseguró hace unos días que los análisis de sangre no se deberían hacer en ayunas, ya que los alimentos tienen un efecto inmediato en la salud que también debe tenerse en cuenta.
Esta es un opinión «interesante», dice José Antonio Gómez Gerique, de la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular, porque depende de «qué es lo que se quiera analizar». Si lo que se pretende es valorar la «situación estable de una persona, que sea lo más comparable a los estándares, entonces los análisis de sangre se deben hacer bajo unas condiciones mínimas». Es importante, apunta el experto, que no existan factores externos.
Variabilidad preanalítica
Las condiciones son: ayuno, no haber hecho ejercicio previo y mantener la dieta habitual. «De esta forma se reduce la variabilidad preanalíticas, que son todos aquellos factores que pueden alterar los resultados del análisis». Es decir, de esta forma los datos muestran las alteraciones que hay en el organismo producidas por la patología y no por otros factores.
Análisis sin esta condiciones se hace habitualmente en Urgencias para detectar un problema agudo. Pero, reconoce, es cierto que e determinadas situaciones tendrían un valor añadido.
La investigación de Pérez Jiménez se centra en el estudio de los efectos postprandiales (después de comer) de las grasas, que son los nutrientes que tienen efectos inmediatos más evidentes sobre el estado de salud. De este modo, han evidenciado que los lípidos (grasas) ingeridos a primera hora de la mañana tienen una influencia en el estado de oxidación e inflamación de nuestras arterias durante todo el día, por lo que una medición en ayunas puede dar resultados artificiales. Además, los estudios realizados han demostrado también que los nutrientes tienen además una función moduladora en el metabolismo por medio de la que pueden incluso activar o desactivar genes en el estado postprandial.
Diferentes reacciones
Pérez Jiménez ha realizado investigaciones que demuestran, por ejemplo, como la misma cantidad de grasa ingerida en un desayuno, produce reacciones diferentes de inflamación y oxidación arterial durante el día muy diferentes si esa grasa se trataba de mantequilla o aceite de oliva.
El problema de realizar los análisis en estados después de alimentarse, está en estandarizar un método para evaluar los resultados de los análisis, pues en el efecto de los alimentos sobre nuestro organismo influyen múltiples factores, entre los que citó el sexo, la edad, el estado de salud de la persona y su genética.
Fuente:ABC
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