Evo Morales
El presidente de Bolivia, Evo Morales, aspira a convertirse en
el líder que durante más tiempo gobernó el país. Y por ahora, pocos parecen
poder evitarlo.
El último obstáculo legal ya fue superado este lunes con la aprobación en el
Congreso de una ley que le permitirá presentarse una vez más a los comicios en
2014 y, en caso de vencer, ser reelecto como presidente por segunda ocasión.
Antes, el Tribunal Constitucional ya había dado su visto bueno a la
legislación que abre la puerta a la posibilidad de la rereelección de Morales y
su vicepresidente, Álvaro García Linera, en el poder desde 2006.
Sin oposición
La Constitución boliviana establece que los presidentes sólo pueden servir
por dos períodos.
Pero el máximo tribunal de Bolivia dictaminó que, debido a que la
Constitución fue cambiada durante los primeros cuatro años de Morales, ese
mandato no contaba.
"Se acabó el debate. Se acabó el debate. Vayamos a las urnas. Si son
demócratas los de la derecha que vayan a las urnas", dijo García Linera al
aprobarse la ley.
Pero si bien la discusión legal parece zanjada, las diferencias entre los
opositores sobre cómo vencer a Morales en las próximas elecciones parece no
tener fin.
"En estas circunstancias, uno de los grandes capitales que posee Morales es
la falta de una oposición política organizada", le dice a BBC Mundo el analista
político Carlos Toranzo.
"La poca que existía él ha ayudado a sepultarla por la vía de la
judicialización de la política a través de procesos contra opositores",
señala.
Bolivia es el único país en el mundo donde los jueces son elegidos a nivel
nacional por sufragio universal. Para algunos, se trata de una fórmula que da
mayor imparcialidad a la justicia. Otros, por el contrario, aseguran que se está
politizando al Poder Judicial.
Ni el exaliado de Morales Juan del Granado -quien denuncia que sus actuales
problemas con la Justicia tienen precisamente motivaciones políticas- ni el
empresario Samuel Doria Medina -excandidato presidencial- alcanzan por ahora los
niveles de respaldo del presidente Morales.
Popularidad
Una encuesta publicada a comienzos de mes por la consultora IPSOS daba al
presidente un 60% de aprobación entre la población en general, y de hasta un 76%
en las áreas rurales, uno de los índices de popularidad más altos de su
mandato.
"La posibilidad de futuro es que el presidente pueda ser reelecto en 2014
porque buena parte de la población le apoya, ya que su gobierno ha coincidido
con el periodo de vacas gordas, con el barril de petróleo a 100 dólares y el
precio de las materias primas en boom gracias a la demanda china", explica
Toranzo.
"Si hay algo en Bolivia es dinero fresco entrando a las arcas del Estado,
pero los que apoyan a Morales se lo atribuyen al presidente, no a un fenómeno
internacional", añade.
Incluso el sindicato más grande del país, que durante más de dos semanas se
movilizó en contra del gobierno, dio una tregua al ejecutivo de Morales.
La Central Obrera Boliviana (COB) llamó a parar las protestas y aceptó la
propuesta del gobierno sobre la reforma del sistema de pensiones.
Otros frentes
Sin embargo, no todo es un panorama soleado para Morales.
Sus críticos advierten que sus más de siete años en el poder pueden acabar
desgastando al mandatario y su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS).
Uno de los casos más sonados de disidencia en el MAS es el de la expresidenta
de la Cámara de Diputados, Rebeca Delgado, quien se opuso al proyecto de
reelección por "autoritario".
Además, la caída del precio de las materias primas en el último año pueden
golpear la economía de un país donde los llamados commodities constituyen el 80%
de las exportaciones.
Mientras, en el frente internacional, Morales perdió recientemente a un
fuerte aliado, el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, y dirime una
pugna territorial con Chile por la salida al Pacífico que perdió a finales del
siglo XIX.
Pero queda más de un año para las próximas elecciones presidenciales. Tiempo
para que Evo Morales demuestre qué tan resistente es realmente su capital
político.
Fuente:BBC.Mundo
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