LAS
EXPEDICIONES DE JUNIO DE 1959
Hoy se cumplen 54 años de
desafío a Rafael Leonidas Trujillo.
SOBREVIVIENTES E HISTORIADORES DOMINICANOS VALORAN GESTA
Expedicionarios del 14 de junio del 1959
"Me llevan del centro de torturas a un cuarto de una cárcel que era para
alistados. Allí, veo mucha sangre, esa era la sangre de mis compañeros que
habían sido torturados y fusilados”, dijo Mayobanex Vargas, el único dominicano
viviente de la expedición de junio de 1959 contra el dictador Rafael Trujillo,
hace hoy 54 años.
Vargas integró el grupo de 54 hombres que desembarcó en avión por Constanza,
comandados por el dominicano Enrique Jiménez Moya y el cubano Delio Gómez
Ochoa.
Era un domingo cerca de las 6:20 de la tarde cuando los expedicionarios,
llegaron desde Cuba, donde habían contado con el apoyo del líder revolucionairo
Fidel Castro para los entrenamientos en Mil Cumbres, provincia Pinar del
Río.
El grupo guerrillero llegó en un avión camuflado con los colores de la
aviación militar dominicana, sorprendió a una tímida seguridad en el aeropuerto
de Constanza, aunque luego de enfrentamientos a tiros, logró internarse en las
montañas.
El avión, pilotado por el venezolano Julio César Rodríguez, con el cubano
Oreste Acosta como copiloto, logró regresar bajo fuego a Cuba, donde llegó con
varios orificios de ametralladora por disparos desde la azotea de la fortaleza.
El 20 de junio, con retraso de seis días, llegaron los dos frentes marítimos por
Maimón y Estero Hondo, en Puerto Plata, luego de superar sabotajes, falta de
combustible, comida y agua a la deriva.
Estas embarcaciones habían salido el 13 de junio, un día antes que el avión,
con el propósito de coincidir en la llegada y atacar al régimen trujillista por
varios frentes.
La lancha Carmen Elsa, que desembarcó por Maimón con 96 expedicionarios,
comandada por José Horacio Rodríguez, y posteriormente capitaneada por José
Messón. En tanto, la embarcación la Tínina desembarcó en Estero Hondo con 48
expedicionarios, comandada por José Antonio Campos Navarro.
Fueron esperados y bombardeados por las fuerzas militares de Trujillo, tanto
de la aviación como de la marina. Los arrestados eran llevados a la Base Aérea
de San Isidro, donde Ramfis Trujillo, hijo del dictador, y su grupo, disponía
demoledoras torturas en contra de ellos, su fusilamiento y luego los echaban en
una fosa común.
En tanto, que en Constanza, producto del tiroteo luego del aterrizaje, el
grupo se dividió en dos, uno comandado por Jiménez Moya, con 34 hombres, y el
otro por Gómez Ochoa, con 20.
El grupo de Jiménez Moya fue eliminado completo; y el de Gómez Ochoa, que
durante casi un mes en las montañas, hasta el 11 de julio, se dividía
accidentalmente, en medio de los ataques del poder militar de Trujillo;
sobrevivieron el también cubano Pablito Mirabal y los dominicanos Gonzalo
Almonte Pacheco, Mayobanex Vargas, Francisco Medardo Germán y Poncio Pou Saleta.
Historiadores El historiador Franklin Franco consideró que uno de los factores
que afectó la expedición del 14 de junio fue la infiltración. “Trujillo estaba
informado y se preparó.
Por ejemplo, los desembarcos que se produjeron el 19 de junio por la Playa de
Maimón y Estero Hondo fueron prácticamente esperados por las fuerzas navales de
Trujillo, y esa delación tuvo un resultado desgraciado en el aniquilamiento de
las fuerzas expedicionarias”, precisó.
“Si no se da esa expedición Trujillo pudo haber durado unos cuantos años más
porque no se hubiera desatado un proceso de oposición generalizada. La
expedición galvanizó todos los planeamientos opositores ante Trujillo, hubo una
unidad general de los antitrujillistas, en torno a la urgencia ya de acabar con
este monstruo”, indicó Roberto Cassá.
DELIO GÓMEZ OCHOA Y MAYOBANEX VARGAS
Los únicos dos expedicionarios que viven, el cubano nacionalizado dominicano Delio Gómez Ochoa, y el dominicano Mayobanex Vargas, refieren diversos aspectos sobre la hazaña. Ambos son héroes nacionales.
“Tenemos el derecho a vivir con libertad, pero también tenemos el deber de
saber conquistar la libertad y la libertad a veces nos cuesta la vida, pero a
veces es preferible dar la vida”, dijo Gómez Ochoa.
Y agregó: “Al caer no murieron, solo hicieron conquistar la libertad de la
forma que exista, pero conquistar la libertad y haber honrado el sacrificio de
tantos que habían caído durante la Era de Trujillo”.
Mientras que Vargas, pidió que a los masacrados expedicioanarios se les dé el
lugar en la historia que merecen, tras resaltar que sabían que venían a morir
por la libertad, y no se detuvieron.
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Fuente: Listín Diario.
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