Honduras: Gobierno enfrentará enorme deuda flotante
Presidente electo recibirá una deuda con proveedores, servidores públicos y alcaldías por 10,000 millones de lempiras. La iliquidez en la Tesorería General de la República será recurrente en 2014
El presidente electo deberá nombrar un equipo económico consistente
Tegucigalpa, Honduras La escasez de recursos económicos será el principal desafío del nuevo gobierno que asuma la presidencia de la República el 27 de enero de 2014. Así coinciden expertos nacionales consultados sobre el panorama de mediano y largo plazo para Honduras.Los profesionales entrevistados apuntan a que la situación fiscal ocupará el principal espacio en la agenda de las próximas autoridades.La parte fiscal ha copado el plan del gobierno de Porfirio Lobo Sosa .
La Secretaría de Finanzas tuvo tres ministros: William Chong Wong, Héctor Guillén y Wilfredo Cerrato Rodríguez. Por la Dirección Ejecutiva de Ingresos pasaron cuatro ministros –José Oswaldo Guillén, Enrique Castellón Buchard, Mario López Stainer y Marcia López Calona- y dos juntas interventoras –Reynaldo Rodríguez, Jorge Yllescas Oliva y Roberto Jerez-.Los resultados en los cuatro años de gestión (2010-2014) son preocupantes: un déficit fiscal neto del gobierno central estimado en -6% del PIB durante 2013 y una desaceleración de las recaudaciones, esperándose ingresos tributarios por la suma de 55,873 millones de lempiras, menor que los 60,224 millones proyectados.Gastos e ingresos EL HERALDO tuvo acceso a un documento oficial preparado por la Secretaría de Finanzas, en donde se revela el comportamiento esperado de las principales metas fiscales para 2014.Los ingresos corrientes se estiman en 64,466.6 millones de lempiras, de los que las recaudaciones tributarias contribuirán con 62,048.5 millones.Los expertos consultados dejan entrever sus dudas sobre la obtención de un crecimiento de 11.1% de las recaudaciones, al pasar de 55,873.5 a 62,048.5 millones de lempiras.
El aumento programado es de 6,175 millones de lempiras y, de acuerdo con los entrevistados, bajo las condiciones económicas estimadas para 2014 será imposible que la DEI pueda cumplir esa meta sin el respaldo de una o dos reformas fiscales. El PIB se estima que crecerá en 3%, superior al 2.6% para 2013.En ese sentido, los profesionales consideran que el aumento de 12% a 15% del Impuesto Sobre Ventas (ISV) es una de las salidas para mejorar los ingresos tributarios, ya que le significaría cerca de 5,000 millones de lempiras adicionales. También está pendiente la Ley de Exoneraciones Fiscales.En cuanto a los gastos, la administración central deberá enfrentar una pesada masa salarial, la que el próximo año absorberá 36,147 millones de lempiras. A lo anterior hay que sumarle casi 20,000 millones de lempiras para el servicio de la deuda pública y 15,956 millones en gastos de capital. Estos tres rubros significan 72,103 millones de lempiras. Sin embargo, el nuevo gobierno recibirá 10,000 millones en deuda flotante.Los ingresos globales sumarían 67,557 millones de lempiras y los gastos totales 86,990.5 millones, dejando como resultado un déficit de 19,433.5 millones, equivalente a 4.7% del PIB.Insolvencia
La escasez de recursos en el gobierno central se convirtió en una situación recurrente en el presente gobierno. Hugo Noé Pino, exsecretario de Finanzas, identifica dos retos para el nuevo gobierno: las finanzas públicas y el crecimiento económico.Agrega que en el corto plazo el presidente electo deberá buscar una salida a la crítica situación fiscal, “lo que requerirá de un equipo económico consistente y un programa económico consistente”.En el mediano plazo, el desafío es el crecimiento económico, lo que requerirá de acciones para mejorar los niveles de inversión para contribuir a enfrentar el problema macro, o sea el desempleo.Pino, quien también fue presidente del Banco Central de Honduras , considera que otra de las prioridades del nuevo gobierno será la negociación de un programa económico con el FMI, el que dependerá de las acciones que adopte el próximo gobernante.
Un ex secretario de Finanzas dijo que la iliquidez durante 2014 será recurrente, ya que los niveles de crecimiento económico proyectados no se reflejarán en mayores recaudaciones.“El nuevo gobierno enfrentará problemas de pago, los gastos crecen a una mayor velocidad que los ingresos y lograr revertir esa tendencia pasa por la toma de decisiones drásticas, que difícilmente un presidente tomará en su primer año de gestión”.Para un exdirector de Ingresos, el incremento en las recaudaciones depende de la puesta en práctica de un plan integral, el que comprende acciones de reingeniería en la b hasta medidas para combatir la evasión fiscal, lo que requerirá de voluntad política.“Las recaudaciones son el ‘talón de Aquiles’ de las finanzas públicas, pero mientras no se combata a los evasores del fisco y no se amplíe la base de contribuyentes, los ingresos no mostrarán ese repunte esperado”, agregó.
Para cubrir el desfase entre ingresos y egresos en el primer año de gestión, el nuevo gobierno deberá que recurrir al financiamiento interno y externo. Para 2014, las proyecciones de la Secretaría de Finanzas son contratar 969.4 millones de dólares en deuda pública, de los que 606.4 millones de dólares procederán de fuentes internas y 363 millones de dólares serán recursos externos.Sin embargo, los entrevistados concluyen que la política fiscal del presidente electo aún es una incógnita porque durante el proceso electoral los candidatos no revelaron las medidas integrales que adoptarían para controlar el excesivo gasto corriente e incrementar las recaudaciones tributarias.
La Secretaría de Finanzas tuvo tres ministros: William Chong Wong, Héctor Guillén y Wilfredo Cerrato Rodríguez. Por la Dirección Ejecutiva de Ingresos pasaron cuatro ministros –José Oswaldo Guillén, Enrique Castellón Buchard, Mario López Stainer y Marcia López Calona- y dos juntas interventoras –Reynaldo Rodríguez, Jorge Yllescas Oliva y Roberto Jerez-.Los resultados en los cuatro años de gestión (2010-2014) son preocupantes: un déficit fiscal neto del gobierno central estimado en -6% del PIB durante 2013 y una desaceleración de las recaudaciones, esperándose ingresos tributarios por la suma de 55,873 millones de lempiras, menor que los 60,224 millones proyectados.Gastos e ingresos EL HERALDO tuvo acceso a un documento oficial preparado por la Secretaría de Finanzas, en donde se revela el comportamiento esperado de las principales metas fiscales para 2014.Los ingresos corrientes se estiman en 64,466.6 millones de lempiras, de los que las recaudaciones tributarias contribuirán con 62,048.5 millones.Los expertos consultados dejan entrever sus dudas sobre la obtención de un crecimiento de 11.1% de las recaudaciones, al pasar de 55,873.5 a 62,048.5 millones de lempiras.
El aumento programado es de 6,175 millones de lempiras y, de acuerdo con los entrevistados, bajo las condiciones económicas estimadas para 2014 será imposible que la DEI pueda cumplir esa meta sin el respaldo de una o dos reformas fiscales. El PIB se estima que crecerá en 3%, superior al 2.6% para 2013.En ese sentido, los profesionales consideran que el aumento de 12% a 15% del Impuesto Sobre Ventas (ISV) es una de las salidas para mejorar los ingresos tributarios, ya que le significaría cerca de 5,000 millones de lempiras adicionales. También está pendiente la Ley de Exoneraciones Fiscales.En cuanto a los gastos, la administración central deberá enfrentar una pesada masa salarial, la que el próximo año absorberá 36,147 millones de lempiras. A lo anterior hay que sumarle casi 20,000 millones de lempiras para el servicio de la deuda pública y 15,956 millones en gastos de capital. Estos tres rubros significan 72,103 millones de lempiras. Sin embargo, el nuevo gobierno recibirá 10,000 millones en deuda flotante.Los ingresos globales sumarían 67,557 millones de lempiras y los gastos totales 86,990.5 millones, dejando como resultado un déficit de 19,433.5 millones, equivalente a 4.7% del PIB.Insolvencia
La escasez de recursos en el gobierno central se convirtió en una situación recurrente en el presente gobierno. Hugo Noé Pino, exsecretario de Finanzas, identifica dos retos para el nuevo gobierno: las finanzas públicas y el crecimiento económico.Agrega que en el corto plazo el presidente electo deberá buscar una salida a la crítica situación fiscal, “lo que requerirá de un equipo económico consistente y un programa económico consistente”.En el mediano plazo, el desafío es el crecimiento económico, lo que requerirá de acciones para mejorar los niveles de inversión para contribuir a enfrentar el problema macro, o sea el desempleo.Pino, quien también fue presidente del Banco Central de Honduras , considera que otra de las prioridades del nuevo gobierno será la negociación de un programa económico con el FMI, el que dependerá de las acciones que adopte el próximo gobernante.
Un ex secretario de Finanzas dijo que la iliquidez durante 2014 será recurrente, ya que los niveles de crecimiento económico proyectados no se reflejarán en mayores recaudaciones.“El nuevo gobierno enfrentará problemas de pago, los gastos crecen a una mayor velocidad que los ingresos y lograr revertir esa tendencia pasa por la toma de decisiones drásticas, que difícilmente un presidente tomará en su primer año de gestión”.Para un exdirector de Ingresos, el incremento en las recaudaciones depende de la puesta en práctica de un plan integral, el que comprende acciones de reingeniería en la b hasta medidas para combatir la evasión fiscal, lo que requerirá de voluntad política.“Las recaudaciones son el ‘talón de Aquiles’ de las finanzas públicas, pero mientras no se combata a los evasores del fisco y no se amplíe la base de contribuyentes, los ingresos no mostrarán ese repunte esperado”, agregó.
Para cubrir el desfase entre ingresos y egresos en el primer año de gestión, el nuevo gobierno deberá que recurrir al financiamiento interno y externo. Para 2014, las proyecciones de la Secretaría de Finanzas son contratar 969.4 millones de dólares en deuda pública, de los que 606.4 millones de dólares procederán de fuentes internas y 363 millones de dólares serán recursos externos.Sin embargo, los entrevistados concluyen que la política fiscal del presidente electo aún es una incógnita porque durante el proceso electoral los candidatos no revelaron las medidas integrales que adoptarían para controlar el excesivo gasto corriente e incrementar las recaudaciones tributarias.
Fuente:El Heraldo
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