Washington, EU.- Las autoridades de Estados Unidos deportaron en el último año
la cifra récord de casi 410.000 inmigrantes indocumentados, de ellos un 55% con
antecedentes penales, informó este viernes el director de la agencia de
Inmigración y Aduanas (ICE), John Morton.
Las 409,849 deportaciones ocurrieron durante el año fiscal 2012 (octubre 2011-septiembre 2012). Un año antes, ICE había deportado a 397,000 inmigrantes indocumentados, 210,000 de ellos acusados de algún crimen.
Morton resaltó que 225,390 de los expulsados en el último año poseían antecedentes penales, casi el doble de los criminales echados del país en el año fiscal 2008.
"El cumplimiento de las leyes migratorias de manera inteligente y efectiva descansa en fijar prioridades y actuar en ese marco", dijo Morton.
El gobierno de Barack Obama estableció a mediados de 2011 una nueva política de deportaciones para enfocarse en aquellas personas sin papeles que tengan antecedentes criminales y que supongan un peligro para la comunidad, mientras cierra casos de personas que no sean prioridad.
El 96% de todas las deportaciones de ICE se enmarcaron dentro de esa nueva política, afirmó Morton.
El presidente ha sido criticado tanto por organizaciones de defensa de los inmigrantes, alarmados por los récords de deportaciones bajo su gobierno, como por la oposición republicana, que afirma que adelanta una "amnistía encubierta" por no expulsar deliberadamente a personas sin papeles.
"Estos números reflejan la urgencia que tiene el gobierno de crear un mejor proceso migratorio", dijo en un comunicado el director del Foro Nacional de Inmigración, Ali Noorani, ante el anuncio de este viernes, que calificó de "logro sospechoso".
Tras fracasar en su primer mandato, Obama ha prometido mandar un proyecto de reforma migratoria integral al Congreso tras su segunda investidura en enero, y aunque aumentan las declaraciones de los republicanos favorables a tratar el asunto, los detalles de una posible reforma siguen siendo muy debatidos.
El mandatario, reelegido en noviembre gracias en parte al cada vez más importante voto hispano, emitió a mediados de este año una directiva para diferir la deportación de jóvenes indocumentados que estudien o se enlisten en el ejército.
Por otro lado, Morton anunció que las autoridades no renovarán un polémico programa migratorio, llamado 287(g), que permitía que policías locales realizaran labores de inmigración, pero que según organizaciones civiles daba pie a arrestos basados en el color de piel de las personas.
En Estados Unidos viven unos 11.5 millones de indocumentados, la mayor parte de ellos latinoamericanos.
Las 409,849 deportaciones ocurrieron durante el año fiscal 2012 (octubre 2011-septiembre 2012). Un año antes, ICE había deportado a 397,000 inmigrantes indocumentados, 210,000 de ellos acusados de algún crimen.
Morton resaltó que 225,390 de los expulsados en el último año poseían antecedentes penales, casi el doble de los criminales echados del país en el año fiscal 2008.
"El cumplimiento de las leyes migratorias de manera inteligente y efectiva descansa en fijar prioridades y actuar en ese marco", dijo Morton.
El gobierno de Barack Obama estableció a mediados de 2011 una nueva política de deportaciones para enfocarse en aquellas personas sin papeles que tengan antecedentes criminales y que supongan un peligro para la comunidad, mientras cierra casos de personas que no sean prioridad.
El 96% de todas las deportaciones de ICE se enmarcaron dentro de esa nueva política, afirmó Morton.
El presidente ha sido criticado tanto por organizaciones de defensa de los inmigrantes, alarmados por los récords de deportaciones bajo su gobierno, como por la oposición republicana, que afirma que adelanta una "amnistía encubierta" por no expulsar deliberadamente a personas sin papeles.
"Estos números reflejan la urgencia que tiene el gobierno de crear un mejor proceso migratorio", dijo en un comunicado el director del Foro Nacional de Inmigración, Ali Noorani, ante el anuncio de este viernes, que calificó de "logro sospechoso".
Tras fracasar en su primer mandato, Obama ha prometido mandar un proyecto de reforma migratoria integral al Congreso tras su segunda investidura en enero, y aunque aumentan las declaraciones de los republicanos favorables a tratar el asunto, los detalles de una posible reforma siguen siendo muy debatidos.
El mandatario, reelegido en noviembre gracias en parte al cada vez más importante voto hispano, emitió a mediados de este año una directiva para diferir la deportación de jóvenes indocumentados que estudien o se enlisten en el ejército.
Por otro lado, Morton anunció que las autoridades no renovarán un polémico programa migratorio, llamado 287(g), que permitía que policías locales realizaran labores de inmigración, pero que según organizaciones civiles daba pie a arrestos basados en el color de piel de las personas.
En Estados Unidos viven unos 11.5 millones de indocumentados, la mayor parte de ellos latinoamericanos.
Fuente:La Prensa