Entérate de los errores habituales que se cometen al iniciar una relación
Todos queremos vivir relaciones plenas, pero si se actúa de la misma forma sin aprender de lo experimentado en amores anteriores no hay crecimiento.
Una relación buena, se podría definir cuando funcionan las 4 patitas de una mesa, que es ahí donde se sostiene la relación”. La metáfora es de la coaching Marty Brito. (www.martybrito.cl)
“Estas cuatro partes son el respeto, confianza, buena intimidad y que el otro sea mi primera opción”, define.
Sin embargo, la experta dice que la mayoría de las personas tiene pocos modelos de buenas relaciones de pareja. “Y la publicidad o las películas transmiten mensajes de relaciones frívolas, concentradas en las apariencias. Entonces, no aprendemos a ser pareja”, sostiene.
La ilusión del que uno se casa o empareja con él príncipe azul que nos salva y hace felices en la práctica no ocurre. “Desde mi experiencia no basta quererse para ser feliz en pareja, es mucho más”.
Para Marty Brito el lograr construir un vínculo estable no se trata de relacionarse mediante el ensayo y error, ya que ha visto que muchas personas que salen de una relación y empiezan otra, donde en esa nueva relación se encuentran con las mismas dificultades que en la anterior.
“Creo que lo más importante en una relación es la honestidad y la autenticidad. Nadie está para hacernos felices, Ser Feliz es una decisión personal y tiene poco que ver con lo externo”, declara.
Para la terapeuta de Reiki Catherine Mendy (cathymendy@gmail.com) una buena relación es la que mantiene un equilibrio en el dar y recibir. “Creo que un indicador es cuando no violenta nuestros valores y lo mejor es que potencia lo que nos gusta de nosotros mismos, nuestras fortalezas y ese intercambio y apoyo es mutuo”, dice.
El origen
En el Coaching Contextual, cuenta Marty Brito, se plantea que la guerra más antigua es entre los dos sexos y que si no existiera, viviríamos felices disfrutando las diferencias.
“En nuestro inconsciente colectivo tenemos una opinión no favorable del sexo opuesto, se ve en los chistes, los clichés, el cine… y a la vez tenemos una enorme nostalgia de vivir relaciones satisfactorias, plenas”, comenta.
Pero con esa actitud sarcástica sobre hombres y mujeres se estaría reforzando el juicio negativo. Por lo tanto, si la intención es mejorar la relación de pareja, la lógica indica que se hará todo para que así sea. Pero si nuestra intención es tener razón, no se lograría, independiente si mejoramos la relación o no es imponerla. “La intención es muy importante”, argumenta.
Como recomendación la coaching anima a reconocer las creencias sobre los hombres o las mujeres y revisar si las parejas que se ha tenido representan esos juicios. “Cuando me doy cuenta de estas cosas, me empodero, soy más libre y tomo responsabilidad de lo que ocurre en mi vida”.
Entonces, para salir de los "errores" sin caer en el intento, la experta recomienda que el énfasis debe salir de los errores y acrecentar lo que de verdad se quiere, porque argumenta que es más sano y entretenido concentrarse en lo que se quiere, que en lo que no.
“Si quiero que él o ella sea mi complemento, disfrutar a su lado, dar lo mejor de mi, respetando, dejando ser, sabiendo que cada ser es único y vale, voy a vivir mirando desde un anteojo distinto, a si me concentro en no cometer errores”, declara.
Los 7 errores
Para no meter la pata y arrepentirse después hasta el martirio por perder lo que se ama ambas especialistas entregan los principales errores que se cometen. El objetivo es evitarlos en la próxima relación de pareja.
1. Querer controlarlo todo: Las mujeres en general pasamos por una etapa en la que nos volvemos, excesivamente dominantes de los espacios del otro. Eso es pura inseguridad y sobre todo violentas el mundo de la pareja. Hay que conservar los límites sanos en una relación, respetando al otro y su mundo. Esto es clave para que una relación no se torne tóxica y no te transformes en la bruja del cuento.
2. Responsabilizar a tu pareja: Creer que él tiene la obligación de solucionar tus problemas en el trabajo o que te dé los consejos precisos para equilibrar tus emociones. Uf. No hay vuelta, terminarás acabando con tu relación. Aprende que cada uno es responsable de su vida.
3. Olvidarte de ti misma: Siempre implica olvidar lo que quieres de ti. Para no hacerlo, es esencial conservar los espacios propios, los amigos, los panoramas, las salidas con amigas, la vida propia, y todo lo que pueda enriquecer la relación desde nuestro propio mundo, desde nuestro centro.
4. Querer cambiarlo: Si crees que vas a cambiar a tu pareja es mejor dejarlo en ese momento porque nunca va a ser suficiente lo que él te ofrece ni cómo te lo da. “Cuando un hombre y una mujer se casan, él quiere que ella no cambie, ella quiere que él cambie, los dos se equivocan”. La idea de cualquier relación es que genere crecimiento para ambos, pero la crítica constante aburre a cualquiera y querer cambiar al otro es una falta de respeto. Cada uno elije en libertad su crecimiento personal.
5. Creerse y actuar como víctima: Toda relación de pareja tiene que ver con los dos. Cincuenta y cincuenta. Las mujeres tienen que salir de la posición de víctima y tomar su responsabilidad en la relación, y los hombres no deben caer en el juego de la víctima y el victimario. Ambos deben asumir su 50%.
6. No hablar de lo que sucede: Si te preguntan qué pasa y respondes que nada definitivamente no es la mejor respuesta. Lo único que estás haciendo es rehuir el conflicto y no le das la importancia a lo que sientes. Atrévete a decir y comunicar lo que te molesta. Sé tu misma.
7. Llevarlo a terapia: Sirve cuando quieres salvar un matrimonio, pero un pololeo o una relación que recién comienza es para salir arrancando. Si algún problema serio, parte por ti. No vuelques tus carencias en la pareja y busca ayuda para sanar tus miedos e inseguridades.
“Estas cuatro partes son el respeto, confianza, buena intimidad y que el otro sea mi primera opción”, define.
Sin embargo, la experta dice que la mayoría de las personas tiene pocos modelos de buenas relaciones de pareja. “Y la publicidad o las películas transmiten mensajes de relaciones frívolas, concentradas en las apariencias. Entonces, no aprendemos a ser pareja”, sostiene.
La ilusión del que uno se casa o empareja con él príncipe azul que nos salva y hace felices en la práctica no ocurre. “Desde mi experiencia no basta quererse para ser feliz en pareja, es mucho más”.
Para Marty Brito el lograr construir un vínculo estable no se trata de relacionarse mediante el ensayo y error, ya que ha visto que muchas personas que salen de una relación y empiezan otra, donde en esa nueva relación se encuentran con las mismas dificultades que en la anterior.
“Creo que lo más importante en una relación es la honestidad y la autenticidad. Nadie está para hacernos felices, Ser Feliz es una decisión personal y tiene poco que ver con lo externo”, declara.
Para la terapeuta de Reiki Catherine Mendy (cathymendy@gmail.com) una buena relación es la que mantiene un equilibrio en el dar y recibir. “Creo que un indicador es cuando no violenta nuestros valores y lo mejor es que potencia lo que nos gusta de nosotros mismos, nuestras fortalezas y ese intercambio y apoyo es mutuo”, dice.
El origen
En el Coaching Contextual, cuenta Marty Brito, se plantea que la guerra más antigua es entre los dos sexos y que si no existiera, viviríamos felices disfrutando las diferencias.
“En nuestro inconsciente colectivo tenemos una opinión no favorable del sexo opuesto, se ve en los chistes, los clichés, el cine… y a la vez tenemos una enorme nostalgia de vivir relaciones satisfactorias, plenas”, comenta.
Pero con esa actitud sarcástica sobre hombres y mujeres se estaría reforzando el juicio negativo. Por lo tanto, si la intención es mejorar la relación de pareja, la lógica indica que se hará todo para que así sea. Pero si nuestra intención es tener razón, no se lograría, independiente si mejoramos la relación o no es imponerla. “La intención es muy importante”, argumenta.
Como recomendación la coaching anima a reconocer las creencias sobre los hombres o las mujeres y revisar si las parejas que se ha tenido representan esos juicios. “Cuando me doy cuenta de estas cosas, me empodero, soy más libre y tomo responsabilidad de lo que ocurre en mi vida”.
Entonces, para salir de los "errores" sin caer en el intento, la experta recomienda que el énfasis debe salir de los errores y acrecentar lo que de verdad se quiere, porque argumenta que es más sano y entretenido concentrarse en lo que se quiere, que en lo que no.
“Si quiero que él o ella sea mi complemento, disfrutar a su lado, dar lo mejor de mi, respetando, dejando ser, sabiendo que cada ser es único y vale, voy a vivir mirando desde un anteojo distinto, a si me concentro en no cometer errores”, declara.
Los 7 errores
Para no meter la pata y arrepentirse después hasta el martirio por perder lo que se ama ambas especialistas entregan los principales errores que se cometen. El objetivo es evitarlos en la próxima relación de pareja.
1. Querer controlarlo todo: Las mujeres en general pasamos por una etapa en la que nos volvemos, excesivamente dominantes de los espacios del otro. Eso es pura inseguridad y sobre todo violentas el mundo de la pareja. Hay que conservar los límites sanos en una relación, respetando al otro y su mundo. Esto es clave para que una relación no se torne tóxica y no te transformes en la bruja del cuento.
2. Responsabilizar a tu pareja: Creer que él tiene la obligación de solucionar tus problemas en el trabajo o que te dé los consejos precisos para equilibrar tus emociones. Uf. No hay vuelta, terminarás acabando con tu relación. Aprende que cada uno es responsable de su vida.
3. Olvidarte de ti misma: Siempre implica olvidar lo que quieres de ti. Para no hacerlo, es esencial conservar los espacios propios, los amigos, los panoramas, las salidas con amigas, la vida propia, y todo lo que pueda enriquecer la relación desde nuestro propio mundo, desde nuestro centro.
4. Querer cambiarlo: Si crees que vas a cambiar a tu pareja es mejor dejarlo en ese momento porque nunca va a ser suficiente lo que él te ofrece ni cómo te lo da. “Cuando un hombre y una mujer se casan, él quiere que ella no cambie, ella quiere que él cambie, los dos se equivocan”. La idea de cualquier relación es que genere crecimiento para ambos, pero la crítica constante aburre a cualquiera y querer cambiar al otro es una falta de respeto. Cada uno elije en libertad su crecimiento personal.
5. Creerse y actuar como víctima: Toda relación de pareja tiene que ver con los dos. Cincuenta y cincuenta. Las mujeres tienen que salir de la posición de víctima y tomar su responsabilidad en la relación, y los hombres no deben caer en el juego de la víctima y el victimario. Ambos deben asumir su 50%.
6. No hablar de lo que sucede: Si te preguntan qué pasa y respondes que nada definitivamente no es la mejor respuesta. Lo único que estás haciendo es rehuir el conflicto y no le das la importancia a lo que sientes. Atrévete a decir y comunicar lo que te molesta. Sé tu misma.
7. Llevarlo a terapia: Sirve cuando quieres salvar un matrimonio, pero un pololeo o una relación que recién comienza es para salir arrancando. Si algún problema serio, parte por ti. No vuelques tus carencias en la pareja y busca ayuda para sanar tus miedos e inseguridades.
Fuente:EMOL