Venezuela busca vender su red petrolera en EU
El chavismo intenta evitar sanciones al desprenderse de la empresa Citgo
Caracas.- Puesto a nombrar anatemas para el chavismo, como el aumento de los precios de los combustibles en el mercado interno o la unificación de las tasas de cambio, el vicepresidente venezolano para el Área Económica, Rafael Ramírez, dio otra muestra de atrevimiento el martes al confirmar el interés del Gobierno de Caracas en vender uno de sus principales activos internacionales: Citgo Petroleum Corporation, una de las mayores refinadoras y comercializadoras de combustible en Estados Unidos.
“Cuando tengamos una propuesta que sea conveniente a nuestros intereses, saldremos de Citgo”, dijo en la capital venezolana el también presidente de la petrolera estatal Pdvsa y ministro de Energía y Petróleo.
El Estado venezolano, a través de Pdvsa, compró en dos tramos la totalidad de Citgo entre 1986 y 1990. Entonces la compañía, con sede en Houston, Texas, era la joya del plan de internacionalización de la industria petrolera venezolana. El plan procuraba avanzar en la integración vertical del negocio a escala global, y garantizar la colocación de los crudos pesados venezolanos. Pdvsa también adquirió entonces las refinerías en Alemania de la empresa Ruhr Oel.
En 2010, Pdvsa vendió su participación en Ruhr Oel a la rusa Rosneft por 1.600 millones de dólares (unos 1.200 millones de euros). Pero ya quedaba claro que con Citgo serían palabras mayores. La empresa posee una capacidad de refino de más de 750.000 barriles diarios, con plantas en Luisiana, Texas e Illinois. Además controla una red de más de 6.000 gasolineras en 27 Estados norteamericanos, sobre todo, en la Costa Este. “Citgo no debe costar menos de 10.000 millones de dólares”, calculaba con fruición el fallecido Chávez en octubre de 2010. “Sólo si la vendiéramos y colocásemos ese dinero en unos bancos, con los intereses habría dividendos al año de no sé cuánto”.
Si el anticipado aumento de los precios internos de la gasolina -que no se modifican desde 1996- llega a equipararlos con sus costos de producción, Pdvsa ahorraría unos 13.000 millones de dólares al año en subsidios. La eventual venta de Citgo aportaría un monto similar.
Más allá de la coyuntura, la venta tiene otro propósito estratégico. En medio de las tensiones crecientes entre EUy Venezuela, los activos de la empresa onstituyen un blanco tentador para eventuales sanciones. Washington, hasta ahora renuente a castigar a Caracas, acaba de imponer restricciones en la concesión de visas a 24 funcionarios venezolanos a los que acusa de violar derechos humanos.
Además, tras una oleada de nacionalizaciones, Venezuela es el país que hoy se enfrenta a más demandas de arbitraje, 23, ante el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias en Inversiones (Ciadi) del Banco Mundial. Entre los demandantes, hay petroleras como ExxonMobil y ConocoPhillips. Si el tribunal fallara en contra de Venezuela, los bienes de Citgo podrían convertirse en objetos de embargo, un escenario al que Caracas no quiere exponerse.
Fuente:Vanguardia.