Unos estudiantes 'hackean' un superyate de 60 millones de euros
El 'White Rosa of Drachs', embarcación donde se llevó a cabo el experimento
Un experimento realizado por estudiantes de la Universidad de Texas ha puesto en entredicho la seguridad de los sistemas de navegación más sofisticados. Con un dispositivo de suplantación de señales de GPS (spoofing) del tamaño de una maleta, los alumnos lograron tener bajo control un superyate de 65 metros de eslora valorado en 60 millones de euros, variando el rumbo de la embarcación sin que la tripulación se percatara del ataque.
El pasado mes de junio, un equipo de la universidad estadounidense dirigido por el profesor Todd Humphreys fue invitado a subir a bordo del yate
White Rosa of Drachs durante una travesía entre Mónaco y las costas griegas. Navegando en aguas internacionales,
los estudiantes Jahshan Bhatti y Ken Pesyna emitieron a través del dispositivo 'spoofing' débiles señales de GPS hacia las antenas del sistema de posicionamiento global de la embarcación desde la cubierta superior del superyate.
Las señales falsas fueron poco a poco dominando las auténticas hasta suplantarlas sin que el sistema de navegación del 'White Rosa of Drachs' lograra distinguir el cambio, por lo que no saltó ninguna alarma en el puente de mandos, según la información publicada por la Universidad de Texas.
La segunda fase del experimento consistió en intentar variar el rumbo. El dispositivo de los estudiantes ordenaba al GPS del yate emitir sutiles correcciones de dirección que la tripulación ejecutaba. En realidad, con cada reajuste el barco iba alejándose del rumbo programado. El capitán y sus hombres veían en la carta de navegación electrónica que la nave progresaba en línea recta, si bien lo cierto es que estaban a cientos de metros del rumbo previsto. Un dispositivo de poco más de 1.500 euros acababa de atacar, controlar y dirigir un avanzado equipo de cientos de miles de euros.
Para la universidad y algunos expertos, el éxito del experimento demuestra la
vulnerabilidad de los medios de transporte ante ataques de suplantación, incluido los aviones donde también está muy extendido el uso del piloto automático. "La sorprendente facilidad con la que Todd y su equipo fueron capaces de controlar un yate de millones de dólares pone de manifiesto que hay que invertir mucho más en asegurar nuestros medios de transporte contra el potencial del
spoofing", señala Chandra Bhat, director del Centro de Investigación del Transporte de la UT Austin.
Este curioso ataque también crea un debate sobre la dependencia tecnológica que tienen las tripulaciones. Según sostiene el profesor del estudio en declaraciones a la publicación Ars, "no hay mucho que puedan hacer en mar abierto" ante un spoofing. "En este momento, sólo disponen del GPS; nadie sabe cómo utilizar un sextante".
Fuente:El Mundo.es