Polémica en Bolivia por los raros métodos de un juez
Es miembro de la Corte Constitucional. Y “consulta” hojas de coca para impartir Justicia. Escándalo.
Juez Gualberto Cusi
Consultado sobre el consumo de coca y sobre la protesta en la que miles de bolivianos mascaron coca durante horas frente a los tribunales, el juez Gualberto Cusi sorprendió a una periodista de un canal de Sucre con una frase particular: “Cuando tenemos sueño yo aplico ‘acullicu” (masticar) la coca. Pero también con casos complejos que me han llegado, tengo que consultar la hoja de coca ”.
“Es una vergüenza porque el Constitucional es un órgano netamente técnico, que tiene que valorar si cualquier decisión está acorde con la Constitución y las leyes ”, declaró el magistrado suplente Milton Mendoza, del mismo tribunal. Por otro lado, el presidente de ese cuerpo, el juez Rudy Flores, pidió comprensión con Cusi: “Tenemos que tener amplitud mental y reconocer las costumbres de nuestro territorio”.
El senador conservador Roger Pinto, criticó que Cusi “plantee a la sociedad, y lo diga con soltura de cuerpo, que la vida y el destino de las personas, la justicia, se la decide con las hojas de la coca”. También el diputado de la opositora Convergencia Nacional (CN), Roy Moroni, dijo que la situación vergonzosa.
“Creo que la justicia ha tocado fondo, es una vergüenza, y Cursi (sic) debería irse del cargo porque no se puede confiar en gente como esa, si va a definir la suerte de las personas, mediante la lectura de la coca”, manifestó el legislador, integrante de la comisión parlamentaria que ahora escuchará el descargo del juez .
La práctica se emparenta a una vieja creencia de los pueblos quechua y aymara, que le otorgan a las hojas el poder de predecir el futuro.
Cusi es un abogado de origen aymara que viste habitualmente con su sombrero, su poncho rojo aymara. El juez fue electo por voto popular en octubre, en unas polémicas elecciones en la que los candidatos a conducir los tribunales se los elegía por primera vez en una boleta sábana.
Fuente: El Clarín