Marines de EEUU durmiendo
Cuanto antes. Así de tajante se muestra una investigación que se publica en The Lancet en lo que se refiere al diagnóstico y tratamiento del insomnio. Porque, advierte, de los contrario se expone a que las persona que sufre insomnio puede padecer otras enfermedades más graves, como diabetes, depresión o hipertensión.
El insomnio es el trastorno del sueño más común, pero a pesar de los avances que se han producido en su diagnóstico y tratamiento, a menudo pasa desapercibido y, por lo tanto, no se trata. Por eso, señala el documento, todavía queda mucho por hacer para identificar y tratar el insomnio temprano, y para asegurar que los pacientes son tratados de acuerdo a las guías clínicas en lugar de con medicamentos con los que hay poca evidencia de su eficacia.
Los autores del informe, Charles Morin de la Universidad Laval, en Québec (Canadá) y Benca Ruth, de la Universidad de Wisconsin (EE.UU.), destacan que en vista de la elevada prevalencia del insomnio y su morbilidad, los médicos atención primaria deberían preguntar por la falta de sueño
Pevalencia
Aproximadamente una cuarta parte de la población adulta tiene problemas para dormir y se estima que de un 6% a un 10% sufre insomnio. En España, según un reciente estudio publicado en SleepDisorders, una de cada cinco personas en España sufre insomnio.
Las personas con insomnio experimentan dificultades para quedarse o permanecer dormido, carecen de sueño reparador y presentan síntomas diurnos como fatiga, dificultad para concentrarse y alteraciones del estado de ánimo. Según el citado estudio, En España el 17,6% de los sujetos señala las interrupciones del sueño como la principal causa de su insomnio, en especial, los mayores de 65 años (40%). El 3,7% tiene dificultad para dormirse y el 4,3%, sufrir despertares tempranos con dificultad para conciliar el sueño. En ambos casos, la prevalencia es mayor en las mujeres.
La mayoría de las personas con esta alteración son vulnerables a episodios recurrentes y la investigación longitudinal sugiere que casi el 70% de las personas con insomnio continúan presentando síntomas a un año más tarde, mientras que la otra mitad todavía tiene insomnio hasta 3 años después.
Las personas con insomnio, además, tienen cinco veces más probabilidades de sufrir ansiedad y depresión, tienen el doble el riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca congestiva y diabetes y un elevado riesgo de muerte. Las personas con insomnio, además, tienen una probabilidad siete veces mayor de abusar del alcohol o las drogas durante los tres años y medio siguientes en comparación con aquellos con un sueño normal.
El insomnio también se traduce en una considerable carga económica y social a través de la baja productividad, absentismo laboral y los altos costos de atención de salud.
Fármacos poco eficaces
Los autores denuncian también el uso generalizado y prolongado de fármacos, con o sin receta, que en la mayoría de los casos no está bien estudiados y carecen de evidencias en cuanto para quién y para qué deben estar indicados.
Por otra parte, añaden, algunos de los medicamentos más comúnmente recetados (antidepresivos y antihistamínicos) aún no se han aprobado para el tratamiento del insomnio, poniendo de relieve la necesidad de más investigación para evaluar la eficacia de los distintos medicamentos en el tratamiento de esta condición.
Esto ha llevado, por ejemplo, a que los Institutos Nacionales de Salud en los EE.UU. recomienden sólo dos opciones de tratamiento para el insomnio: la terapia cognitivo-conductual y los fármacos hipnóticos aprobados.
Los autores concluyen que es necesario «una mayor educación pública sobre el sueño así como una mayor difusión de las terapias basadas en la evidencia para el insomnio».
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Fuente:El Mundo