CAMPANAZOS

miércoles, 7 de septiembre de 2011

EJERCITO DE EU INICIA "GUERRA VERDE"

Los planes de la fuerza armada son reducir su dependencia en petróleo a través de energía renovable; recortar 50% el consumo de combustible para 2025 y autosuficiencia en materia de energía es su meta.

Una de cada ocho muertes en el ejército estadounidense combatiente en Irak fue el resultado de la protección de convoyes de combustible.

Se trata de un incentivo poderoso para que el ejército se aleje del petróleo y se acerque a la energía renovable, y es exactamente lo que está haciendo.
Desde bases en el desierto de energía solar experimental para los ‘marines', hasta robots de la Marina que funcionan con la energía de las olas, el Ejército se está volviendo un comprador líder de tecnología de punta de energía renovable.


Para los servicios armados, los beneficios van más allá de la reducción de las muertes en convoyes de combustible. Una fuerza armada que no está restringida por el alcance de una pipa o que carga el peso de baterías es más ligero y, como resultado, más letal.

Para las compañías de energía renovable, el Ejército está probando que es un cliente vital, pues ha adquirido los aparatos de energía limpia más modernos y está fomentando la inversión privada. Esperan que los servicios armados puedan llevar esa tecnología al punto en el que sea comercialmente viable, como lo hizo hace una generación con los sistemas GPS o el Internet.

"Habrá personas que crean que están tirando su dinero porque las cosas no sirven", dice Rachel Sheinbein de CMEA Capital, una compañía de inversión de capital que invierte en empresas de energía renovable. "Pero lo que sí funciona marca una enorme diferencia".

Una base solar en el desierto: 241.401 kilómetros al este de Los Ángeles, los ‘marines' están intentando descifrar qué funciona para ellos.



Esta semana se cumple el segundo año consecutivo que el Ejército ha construido un 'ExFOB' (Base Operativa Experimental de Vanguardia, por sus siglas en inglés) en la base Twentynine Palms, en la profundidad del desierto de California.


Los ‘marines' están intentando ver qué aparatos pueden generar los puestos de observación militar más remotos en campamentos autosuficientes.
Ser autosuficiente en materia de energía en lugares como Irak y Afganistán no sólo es una gran cuestión de orgullo. Estas bases actualmente usan diesel u otros combustibles para manejar generadores que dan energía a todo, desde aire acondicionado en los campamentos, hasta las computadoras que manejan el software en el campo de batalla.

Este combustible debe ser llevado por carreteras o en helicóptero. Además de arriesgar vidas, tiene un alto costo. El ejército dice que puede costar hasta 40 dólares por galón llevar el combustible a los lugares más remotos y peligrosos.


El año pasado, los ‘marines' compraron paneles solares que se enrollan como tapetes de playa y pueden ser guardados en las mochilas. Durante las pruebas en Afganistán, los tapetes fueron básicos para reducir el número de baterías que tenían que cargar para utilizar radios o computadoras.



Este año, el Ejército pretende comprar paneles solares más grandes integrados a vagonetas que usen materiales avanzados para generar el doble de energía de los paneles convencionales de silicón y poder dar energía a una base entera. También están probando aparatos de buen rendimiento de combustible para vehículos de táctica. Esperan reducir su consumo de combustible en un 50% para 2025.

Este tipo de esfuerzos se está dando en varios servicios armados, tanto por preocupaciones tácticas como por mandatos del Congreso y del presidente.
La marina está experimentando con un robot con forma de tabla de surf que se impulsa por las olas, de una compañía llamada Liquid Robotics, que puede ser usado para monitorear el altamar a un precio significativamente más bajo que usando un barco.

La marina también está experimentando aparatos de energía de mareas y olas, así como un biocombustible avanzado para dar energía a sus botes. La Fuerza Aérea ha utilizado los biocombustibles desde hace mucho tiempo como parte de sus planes de mezcla de combustible, incluyendo combustibles de segunda generación de algas y de otras plantas que la gente no ingiere.

Fuente:Ecositio

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