CAMPANAZOS

sábado, 4 de febrero de 2012

EL CEREBRO EGOÍSTA


Cerebro provoca obesidad: estudio

El fenómeno conocido como "cerebro egoísta" obliga a las personas a comer más para satisfacer las necesidades calóricas de éste, pese a que hay reservas en el cuerpo


Un nuevo estudio demuestra la relación entre ciertas disfunciones cerebrales y el desarrollo de la obesidad, por lo que si no sólo depende del sedentarismo o la dieta inadecuada el atacar estos puntos no resolvería el problema.

Investigadores, dirigidos po Achim Peters, especialista en obesidad y profesor de la Universidad de Luebeck en Alemania, encontraron que existe una relación directa entre el funcionamiento cerebral y la cantidad de comida que se ingiere.

Bajo el término de "cerebro egoísta", el doctor Peters describe el proceso mediante el cual este órgano se hace de la energía que requiere para mantener su vitalidad. En cuanto el cerebro detecta alguna deficiencia energética, el sistema nervioso simpático (SNS) y el hipotálamo-pituitario-adrenal (HPA) se activan de inmediato para generar estrés y disparar, así, una demanda activa de la energía requerida.

Conocida como "tirón del cerebro" o "brain pull", esta función permite recabar dicha energía o calorías a partir del resto del cuerpo, lo cual genera un efecto doble: por un lado, garantizar la integridad cerebral y, por el otro, ayudar a mantener el peso corporal dentro de límites adecuados. 

No obstante, si el "tirón del cerebro" no funciona correctamente y la respuesta del sistema nervioso es débil, entonces falla la orden de abastecimiento y el cerebro no "jala" del cuerpo las calorías que requiere. Por ende, la energía se acumula progresivamente en el resto de las células y, peor aún, el individuo come más para cubrir sus necesidades cerebrales, con todo y que su cuerpo ya se encuentra sobrado de energía.

El estudio señala que las personas cuyos cerebros funcionan bien, no requieren comer de más para protegerlos. Así, independientemente de que exista una vasta oferta de comida a su disposición, no tendrán ni el impulso ni el antojo de ingerirla: su organismo está protegido y su apetito saciado.

En cambio, aquéllas en las que la respuesta del "cerebro egoísta" funciona incorrectamente necesitan consumir más comida para asegurar que este órgano se conserve en buenas condiciones, a pesar de que sus depósitos de energía se encuentren ya excedidos, lo cual dará paso al sobrepeso y la obesidad.

Peters lamenta que a pesar de estos descubrimientos, subsista la idea de que los individuos obesos carecen de voluntad, son perezosos y tienen malos hábitos de vida.

"Los avances en el terreno del metabolismo cerebral demuestran que, en muchos casos, el sobrepeso y la obesidad se derivan de los esfuerzos de la persona por cubrir la necesidad energética de su cerebro", anota. Sin duda, estos descubrimientos arrojan una nueva luz al fenómeno de la obesidad, sobre todo en la forma en que hasta ahora ha sido percibido. Entender mejor de dónde proviene es una condición esencial para contrarrestarlo e incluso erradicarlo definitivamente.


Fuente:El Universal.mx

viernes, 3 de febrero de 2012

EL ALZHÉIMER AVANZA NEURONA A NEURONA

COMO EL ALZHÉIMER AVANZA NEURONA A NEURONA



El mal de Alzhéimer se propaga neurona a neurona, a través de los circuitos cerebrales, mediante un mecanismo que recuerda al de una infección. Así lo recoge una investigación publicada el miércoles en la revista PloS One que abre las puertas a enfoques terapéuticos de futuro de una enfermedad cuya causa sigue siendo desconocida y que carece de tratamiento eficaz. En lugar de una bacteria o un virus, el agente infeccioso sería en este caso una proteína alterada llamada Tau.


Para saber cómo frenar el desarrollo de una enfermedad es conveniente conocer primero cómo progresa. En el caso de esta demencia, se sabe que comienza en una zona del cerebro llamada corteza entorrinal, conectada con el hipocampo y relacionada con le memoria inmediata. También que posteriormente se expande al resto del cerebro. Pero se ignoraba cuál era el proceso que seguía para extenderse. Distintos estudios sugerían que la enfermedad avanzaba al expandirse de una parte a otra del cerebro, en lugar de emigrar a la vez en diferentes áreas, pero no existían suficientes evidencias para demostrarlo. A ello se dedica este trabajo.


El alzhéimer se caracteriza por la muerte neuronal y la presencia de dos estructuras aberrantes en el cerebro: la proliferación de las llamadas placas seniles (depósitos del péptido beta-amiloide) y la formación de unas estructuras llamadas ovillos neurofibrilares. Los responsables de estos últimos son la proteína Tau modificada, uno de los grandes protagonistas de la enfermedad y por ello del estudio desarrollado por un equipo de investigadores de la facultad de medicina de la Universidad de Columbia de Nueva York. Esta proteína es especialmente relevante porque su presencia en distintas partes del cerebro sirve para seguir la evolución de la enfermedad (cuanto más extendida, más evolucionado está el mal de Alzheimer).


Los investigadores idearon un modelo animal para describir el camino que seguía la proteína en el cerebro. Se sabía que el punto de inicio de Tau era la corteza entorrinal, y que acababa por contagiar todo el cerebro, pero no cuáles eran las etapas intermedias. Para ello usaron ratones modificados genéticamente capaces de generar la proteína humana alterada en una zona muy concreta de su cerebro: la corteza entorrinal. Se trataba de dejar pasar el tiempo y monitorizar a los roedores para ver el camino que seguía Tau. Si encontraban la proteína en otras partes del cerebro, significaba que se expandía y que contagiaba a otras zonas por contacto. Y así sucedió.


A lo largo de 22 meses se monitorizó en los ratones el recorrido de la proteína. Y se comprobó que a medida de que envejecían, la proteína se propagaba desde la corteza entorrinal, hacia el hipocampo y, más adelante, a la corteza cerebral. Así se descartaba la posibilidad de una aparición espontánea de la proteína en todo el cerebro.


Lo que no está tan claro es el mecanismo de contagio exacto, como apunta Jesús Ávila, responsable del grupo de Microtúbulos del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid, que también ha publicado distintos artículos sobre el papel de la proteína Tau en el alzhéimer. “El estudio recién publicado apunta a que las proteínas se expanden a través de las sinapsis, las conexiones neuronales”, comenta. Pero no detalla cómo. Hay dos teorías. Una apunta a que al morir, las neuronas infectadas liberan la proteína y así ésta entra en contacto con las células circundantes. Otra, la que sugiere el grupo estadounidense, se inclina por creer que es mediante la secreción de pequeñas vesículas o membranas con la proteína en el interior que son las que entran en las células sanas, indica este investigador.


La diferencia tiene su importancia. “Si la contaminación es extracelular [el primer caso], quizás se puedan poner en marcha ensayos de vacunas para bloquear el acceso de la proteína a las neuronas sanas”, comenta Jesús Ávila. “También se podría tratar de destruir los ovillos que forman las proteínas o su toxicidad, pero todos estos estudios están en pañales”, admite.


“Se trata de un estudio muy fino que demuestra que el origen de la acción de la proteína está en la corteza entorrinal”, apunta Joaquín Castilla, del CIC bioGUNE. Este investigador participó en un trabajo en el que también se establecía un origen infeccioso de esta demencia. En su caso, en la formación de los depósitos de la proteína beta-amiloide que generan las placas seniles, otra de las áreas de trabajo de los científicos que estudian el alzhéimer.

Fuente:El País

miércoles, 1 de febrero de 2012

NUTRIENTE DEL TOMATE INTERFIERE CON TUMORES

Un compuesto del tomate interfiere en la angiogénesis




Un nutriente de los tomates cocidos demuestra, en estudios de laboratorio, ser capaz de reducir el crecimiento o incluso eliminar las células de cáncer de próstata.

El equipo de Chopra Mridula, de la Universidad de Portsmouth (Gran Bretaña) ha analizado el papel del licopeno en el proceso, denominado angiogénesis, mediante el cual las células tumorales secuestran el suministro de sangre necesario para que las células tumorales crezcan. Los investigadores han visto que el licopeno -que es el componente que da al tomate su color rojo- era capaz de interferir en este proceso. El licopeno está presente en todas las frutas y verduras rojas, pero sus concentraciones son más elevadas en los tomates.
 
«Además, esta simple reacción química se produce con concentraciones de licopeno que se alcanzan con el consumo de tomates cocinados».

Tras estos resultados, que se publican en British Journal of Nutrition, han iniciado un estudio para verificar si se desencadena la misma reacción en el cuerpo humano.

Fuente:ABC

martes, 31 de enero de 2012

EXIGE EL DERECHO A ELEGIR SU MUERTE

"NO AGRADEZCO AL MÉDICO ESTAR VIVO"

Paralizado del cuello a los pies, Tony Nicklinson exige en los tribunales el derecho a elegir el momento de su muerte

Tony Nicklinson y su esposa Jane


Tony Nicklinson tenía 50 años y una vida hiperactiva en 2005: ingeniero civil, disfrutaba de su trabajo para grandes constructoras en Malasia, en Hong Kong, en los Emiratos; sentía tal pasión por el rugby que fue vicepresidente de la asociación de rugby del Golfo Pérsico; no era rico, pero tenía un alto nivel de vida, y ya pensaba en su jubilación, que imaginaba en Sudáfrica junto a su mujer Jane, y sus dos hijas. Era, como le define Jane, “el alma de todas las fiestas”, polemista y conversador infatigable.


Todo eso se evaporó cuando un problema de corazón que nunca le habían detectado le provocó estando en Atenas un derrame cerebral que le dejó paralítico del cuello para abajo. No puede hablar, le alimentan con papillas, sufre como una humillación depender para casi todo de sus cuidadores. Pero puede pensar. El derrame le dejó intacto el intelecto, lo que multiplica de forma insoportable la esclavitud de vivir atrapado en un cuerpo inerme: "¿Estoy agradecido a los médicos porque he sobrevivido? No. Ellos no tienen que vivir con las consecuencias. Si volviera al pasado dejaría que la naturaleza siguiera su curso y no pediría ayuda".


Los avances tecnológicos no solo le ataron a la vida: también le permiten manejar un ordenador con los párpados. Puede escribir. Y manejar la televisión. Encender y apagar la luz de su habitación. O pedir ayuda cuando el no poder rascarse la oreja es insoportable.


Cuando comprendió que aquello no cambiaría, que "solo podía ir a peor", se dio dos años de reflexión sobre su futuro. En 2007 ordenó que le retiraran toda la medicación y que no le trataran si empeoraba. Y empezó a luchar para tener el derecho a suicidarse. No hoy, quizás tampoco mañana, pero seguramente pronto. Pero no se puede suicidar sin la ayuda de alguien. Y la ley británica prohíbe esa ayuda. Tony Nicklinson no quiere matarse, quiere saber que podrá morir cuando él quiera. Cree que la ley discrimina a los discapacitados físicos al no dejarles hacer algo que los demás sí pueden: elegir, libre y conscientemente, dejar de vivir.


Ha llevado su caso a los tribunales y el Tribunal Superior de Justicia ha empezado a estudiarlo esta semana pasada. El Gobierno, sin embargo, dice que esas cosas dependen del Parlamento, no de un juez. "Los políticos son unos cobardes", interviene él mientras Jane se queja de los políticos.


Tony y Jane viven en una casita luminosa y agradable en Melksham, un pueblo de Wiltshire, 170 kilómetros al Oeste de Londres. "No sé por qué vivimos aquí, la verdad", explica Jane con una mirada indefinible, mezcla contradictoria de coraje, cansancio, amor, incomprensión, resignación, inconformismo. "Cuando volvimos de Atenas tuvimos que ir a un hospital en Kent porque allí vivíamos antes de ir al extranjero. Pero ya no conocíamos a nadie. Nos trasladamos aquí. Mi madre vive en Andover, a una hora de aquí. Tengo un hermano en Dorset. Una hermana en Cornualles. Tenía sentido venir. Me gusta Bath. Trabajé allí hace muchos años y está cerca. Pero no teníamos verdaderas raíces en Reino Unido y podíamos haber ido a cualquier lado


Se conocieron en Dubai, donde ella trabajaba de enfermera, en 1984, en una cita a ciegas organizada por su mejor amiga. Ahora llevan 26 años juntos. Jane habla por Tony pero es obvio que sabe cuáles serían sus palabras si pudiera hablar. Llevan años dándole la vuelta a la misma idea, que él ha desarrollado en multitud de escritos que pone a disposición del periodista: respuestas a cuestionarios periodísticos o de gente que le escribe, coloquios en los que ha intervenido, debates con grupos pro-vida o de quienes defienden una muerte digna para los enfermos terminales pero no para gente como él, que puede vivir muchísimos años pero en condiciones que considera insoportables.


Solo habla Jane, pero Tony sigue la conversación. A veces ríe. A veces parece llorar. ¿O es un gemido de impotencia por no poder hablar, una explosión de emociones cuando la conversación gira en torno a los buenos tiempos, a sus hijas, al rugby?


Jane sabe enseguida cuándo quiere intervenir él. "Para comunicarse, Tony usa esto", dice, mostrando una tabla con el alfabeto dividido en varios grupos de letras. "Mira a las letras y colores para decirme lo que quiere decir", explica. Ella va repitiendo cada letra para confirmar a cuál se refiere y luego dice en voz alta la palabra resultante. "Tiene también este ordenador que habla, pero se ha de preparar antes. Hay que programar las preguntas. Y para preguntas y respuestas es mejor que utilicemos esto".



"Mucha gente cree que Tony quiere morir mañana, pero no es eso lo que quiere. Sabe que llegará el momento en que su vida se convierta en algo insoportable y que quiera acabar con eso. Pero no es algo inmediato. Quiere saber que, cuando llegue el momento, será capaz de hacerlo. Porque ahora mismo no puede". Él interviene en la conversación: "Para el futuro", dice. "Quiere saber que en el futuro podrá acabar con su vida".




Fuente: El País

lunes, 30 de enero de 2012

ATLETA DOMINICANO VENCE EN FRANCIA

El atleta Félix Sánchez se impone en reunión en sala de Burdeos


Félix Sánchez

 

El experimentado velocista dominicano Félix Sánchez, con una marca de 49 segundos y 74/100, se impuso este sábado en la prueba de 400 metros vallas de la reunión de atletismo en sala de Burdeos, Francia, prueba en la que su escolta fue el cubano Yasmani Copello (50.32).


La competición en sala tuvo lugar en el velódromo de Bordeaux-Lac.Sánchez fue medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004 en esa misma modalidad.


Enlace relacionado:      Mis Quijotadas.La lección de Félix Sánchez


Fuente: Terra.

domingo, 29 de enero de 2012

TRES FACTORES CAUSANTES DE SOBREPESO

Insomnio, depresión y estrés causan sobrepeso
Tres factores depresivos son causa de sobrepeso



La obesidad está íntimamente relacionada con el estrés, la depresión y la falta de sueño, tres fenómenos que afectan no sólo los hábitos de la persona sino, también, su salud física y emocional, según un reciente estudio del Center for Health Research.

Para nadie es un secreto que la pérdida de peso depende de una dieta equilibrada y la práctica cotidiana de ejercicio. No obstante, poco se sabe sobre la asociación que existe entre la obesidad y el entorno emotivo de cada individuo.


¿Es posible que el insomnio predisponga a desarrollar sobrepeso?, ¿la depresión y el estrés pueden provocar o agudizar el problema? Para responder a éstas y otras preguntas, un grupo de científicos del Kaiser Permanent Center for Health Research ubicado en Portland, Óregon, se dedicó a analizar la repercusión de estos tres factores -insomnio, depresión y estrés- en el tema de la obesidad.

A partir del llamado LIFE Study -un ensayo clínico que compara diferentes alternativas para mantener el peso después de bajarlo- los expertos se concentraron en los niveles de depresión y estrés, así como en los hábitos de sueño de un total de 472 hombres y mujeres obesos de 30 años o más.

El LIFE Study se divide en dos fases: la primera se refiere a un programa de seis meses para perder peso y la segunda a las estrategias para mantenerlo. En este caso, sólo quienes hubiesen bajado al menos 4.5 kilos tenían derecho de pasar a la segunda fase.

Mediante la aplicación de diversos cuestionarios a cada uno de sus sujetos, los investigadores descubrieron que el estrés, la depresión y el insomnio sí habían jugado un papel importante en el éxito o fracaso durante la primera etapa. En otras palabras, 60% de la muestra original que logró bajar al menos 4.5 kilos -y, por ende, pasar a la siguiente fase- mostró menores niveles de estrés y depresión, así como mejores hábitos de sueño.

Efectivamente, aquéllos que dormían entre seis y ocho horas diarias fueron más aptos para superar la primera etapa y bajar más fácilmente de peso. Lo mismo sucedió con quienes mostraron menos estrés y depresión.

De acuerdo a los científicos, la falta de sueño afecta los niveles de hormonas de leptina y ghrelina, ambas reguladoras del apetito. Por otra parte, estudios recientes sugieren que el estrés crónico y la depresión pueden llevar a un incremento en el consumo de alimentos ricos en calorías lo cual -al cabo del tiempo- puede convertirse en una conducta crónica.

Con base en estos resultados, los autores advierten sobre la importancia de evaluar las condiciones de estrés, depresión y sueño que experimenta cada individuo como un paso necesario de cualquier programa para perder peso.
"De ese modo sería posible identificar a aquellos sujetos que pudieran requerir algún tipo de apoyo adicional, sea para reducir el estrés, salir de una depresión o mejorar los hábitos de sueño, a fin de que sus esfuerzos para bajar de peso realmente rindan frutos", señalaron los investigadores.



Fuente:El Universal.mx