Los forenses pueden extraer el sonido casi imperceptible de un enchufe de un
audio digital.
Una víctima de violación acude a la policía. Dice que se ha
enfrentado a su agresor y que lo grabó en secreto cuando admitía su
culpabilidad.
La policía interviene el teléfono de un presunto terrorista, lo graba
mientras planea un atentado, y quiere usar esta evidencia en un tribunal. O un
transeúnte registra un asalto con su teléfono móvil.
Grabaciones de audio y video como las mencionadas tienen cada vez más
protagonismo en las investigaciones criminales.
¿Pero cómo pueden los detectives asegurarse de que un audio es genuino, que
no ha sido alterado o editado?
Científicos forenses británicos encontraron una respuesta: pueden verificar
la autenticidad de estas grabaciones con la ayuda de un zumbido.
Hallazgo eléctrico
Durante los últimos siete años, especialistas en sonido de la Policía
Metropolitana de Londres han estado grabando de forma ininterrumpida el sonido
de la red eléctrica.
Es un zumbido omnipresente que normalmente no se oye. Pero si se le sube el
volumen, el aire se llena con un ruido metálico y no muy agradable.
"La energía se distribuye a través de la red eléctrica a fábricas, tiendas y,
por supuesto, hogares", explica el doctor Alain Cooper, experto forense digital
de la policía londinense.
Cualquier registro digital grabado cerca de una fuente de energía eléctrica
-ya sea un enchufe, una luz o una torre de alta tensión- recogerá este
audio.
El zumbido es un problema para los ingenieros de sonido que intentan grabar
la mejor calidad sonora para radio, televisión o cine.
Pero para los expertos forenses, se ha convertido en un arma valiosa en la
lucha contra el crimen.
La frecuencia del sonido del suministro eléctrico es de alrededor de 50Hz,
pero si se lo analiza en un período de tiempo, se pueden apreciar diminutas
fluctuaciones.
"Esto es porque el suministro y la demanda son impredecibles", dice el doctor
Cooper en conversación con la BBC.
Si millones de personas encendieran sus cafeteras eléctricas justo después de
ver un popular programa de TV, la demanda de electricidad podría superar el
suministro, los generadores tendrían que bombear más electricidad y la
frecuencia aumentaría.
"Pero cuando el suministro es mayor que la demanda, los generadores se
ralentizan y la frecuencia baja", explica Cooper.
"Los operadores de la red intentan compensar esto, pero a veces se pueden
apreciar fluctuaciones importantes".
Testigo no tan silencioso
Hace una década, el especialista en audio rumano Catalan Grigoras -actual
director de un centro de investigación especializado de la Universidad de
Colorado, en EE.UU.- hizo un descubrimiento: el patrón de estos cambios en la
frecuencia del sonido de la red es único, no se repite en el tiempo.
Esto podría ser sólo una interesante curiosidad eléctrica, pero cuando se
tiene en cuenta que la gran mayoría de las grabaciones digitales registran este
zumbido, cobra relevancia.
Si se compara el patrón de las frecuencias de una grabación de audio con la
base de datos que ha estado grabando estos cambios durante 24 horas, los 365
días del año, puede conocerse la fecha y la hora en que se realizó la
grabación.
"Incluso si (el zumbido) se recoge a un nivel muy bajo que no puede oírse,
podemos extraer esta información", dice Philip Harrison, de JP French
Associates, otro laboratorio de audio que ha estado registrando el ruido
eléctrico por varios años.
Es una técnica conocida como análisis de la Frecuencia de Red Eléctrica (ENF,
por sus siglas en inglés) y sirve para que los científicos forenses puedan
separar las grabaciones genuinas de aquellas que han sido alteradas.
"Si podemos extraerlo y compararlo con la base de datos, si se trata de una
grabación continua, encajará perfectamente".
"Si hay interrupciones en la grabación, si fue detenida y reiniciada, los
perfiles no se corresponderán o faltará una parte", explica Harrison a la
BBC.
En Reino Unido una sola red eléctrica abastece a todo el país, por lo que las
fluctuaciones de la frecuencia son las mismas para todo el territorio.
No importa si el registro fue hecho en Londres o en Liverpool, la comparación
dará resultados.
Relevancia judicial
Recientemente, el doctor Cooper fue citado como testigo en un juicio por
primera vez.
Una banda estaba acusada de vender armas y policías infiltrados habían
grabado un intercambio.
Pero la defensa sostenía que la policía había manipulado el registro y
editado diferentes fragmentos.
"Aplicamos diferentes métodos de análisis, incluido el de la frecuencia del
zumbido eléctrico y encontramos señales de buena calidad que probaron que la
supuesta fecha y hora de las grabaciones coincidían con la información extraída
de las mismas", afirma Cooper.
El análisis probó que los audios no habían sido manipulados, algo que fue
crucial en este juicio.
Tres personas fueron declaradas culpables y condenadas a 33 años de prisión
por traficar con armas de fuego.
La policía de Londres fue la primera que automatizó este sistema y Cooper
dice que comienza a utilizarse también en otras partes del mundo.
Pero incluso con avances como estos, Cooper admite que siempre hay nuevos
desafíos.
"La ciencia forense digital cambia constantemente, junto con la tecnología.
Cada día surgen nuevos formatos, y debemos tener la capacidad de extraer datos
de esas grabaciones y encontrar nuevas técnicas para obtener más información",
concluye el experto.
Fuente:BBC Mundo.
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