El rap, bajo la lupa de la neurociencia
Comienza a sonar la música y las palabras fluyen como sin pensarlas, surgen
rimas rivindicativas, rítmicas... Mientras, las conexiones neuronales echan humo
y los procesos creativos se ponen en funcionamiento. Un estudio ha observado por
primera vez qué ocurre en el interior del cerebro cuando un rapero
improvisa.
Mediante imágenes de resonancia magnética funcional, que miden el flujo
sanguíneo de los tejidos, un grupo de investigadores de los Institutos
Nacionales de Salud de EEUU (NIH por sus siglas en inglés), ha tratado de
observar qué mecanismos cerebrales se ponen en marcha durante
un rap improvisado.
Sus conclusiones, que se acaban de aparecer en el último 'Scientific
Reports' (una publicación del grupo 'Nature'), pretenden ayudar a comprender mejor cómo
funciona el proceso creativo y qué regiones cerebrales se ponen en
funcionamiento cuando alguien realiza una creación artística (bien sea musical,
literaria o pictórica).
Improvisar en la camilla
Para su experimento, Siyuan Liu y su equipo convencieron a 12 raperos para
someterse a una resonancia magnética cerebral mientras improvisaban algunas
letras. Los autores admiten que éste no es el escenario habitual en el que están
habituados a rapear, pero todos ellos se prestaron con gusto a colaborar.
Comparando la imagen obtenida de su cerebro con la de otros raperos que
estaban interpretando letras ya conocidas y ensayadas, los
neurólogos pudieron observar algunas peculiaridades únicas en el rap
improvisado.
Concretamente, una especial activación del córtex medio prefrontal, ubicado
en el lóbulo frontal y relacionado con la planificación; pero también en ciertas
áreas con funciones motoras y emocionales, como la amígdala.
El esquema cerebral que se encendía en las resonancias de raperos que
improvisaban sugiere a los especialistas que este estilo musical pone en
funcionamiento una red que relaciona "motivación, lenguaje, afecto y
movimiento". De hecho, añaden, parece que al improvisar se alteran las
relaciones entre regiones ligadas a la intención y a la acción, de manera que
esta reorganización funcional del cerebro facilite la fase más creativa del
rap.
Los autores vieron un curioso fenómeno con respecto a los
dos hemisferios del cerebro. Mientras que en la primera parte de la creación
musical se activaba mayoritariamente el hemisferio izquierdo (el encargado de
verbalizar, leer, escribir...); cuando los raperos se acercaban al final de cada
frase, era el lado derecho el que se 'encendía' (el mismo que, según
experimentos anteriores, se activa en personas que están escuchando música).
Aunque admiten que no sabe muy bien a qué responde este patrón de
lateralización, sospechan que tiene que ver con el propio proceso creativo, con
un estallido inicial de ideas que poco a poco se van reposando,
a medida que la letra va llegando al final de cada frase o estrofa.
Los investigadores consideran que este tipo de rap "ofrece una oportunidad
única para estudiar la improvisación lírica; una forma de creatividad
multidimensional que combina la música y el lenguaje". Por eso, concluyen, sus
observaciones pueden ser útiles para indagar en este terreno en futuros
trabajos.
Fuente:El Mundo.es
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