Las imágenes conmocionaron al país: en los momentos que Enrique
Peña Nieto asumía la presidencia de México, cientos de jóvenes arrojaban piedras
y bombas caseras contra policías que resguardaban la Cámara de Diputados y el
centro de la capital del país.
En varios medios locales se vinculó a estas personas con el movimiento
#YoSoy132, que surgió en mayo pasado como una forma de protesta contra la
cobertura informativa del proceso electoral. Los voceros del grupo se
deslindaron de las acciones violentas.
La policía detuvo a más de cien personas en la zona de protestas, de las
cuales 69 fueron enviadas ante el juez. Al final 56 quedaron en libertad porque
fueron capturados sin tener culpa alguna.
Más allá del incidente, muchos se preguntan qué sucedió con el grupo que en
su momento se le llamó la Primavera Mexicana, en referencia a los movimientos
juveniles de países como Egipto o España, por ejemplo.
Algunos creen que la influencia de #YoSoy132 se verá en el mediano plazo, una
vez que se supere el momento político que representaron las elecciones
presidenciales y el cambio de gobierno.
Pero otros afirman que el movimiento está en fase terminal. "La Primavera
Mexicana se enfrió, se ha convertido en invierno", le dice a BBC Mundo el
analista Jorge Gastélum, académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México
(ITAM).
"No se tuvo claridad de cuál era el objetivo concreto del movimiento, y
después se politizó por varios actores involucrados en la campaña de Andrés
Manuel López Obrador", ex candidato presidencial de la izquierda.
Historia
El movimiento #YoSoy132 nació en mayo tras la visita del entonces candidato
presidencial Enrique Peña Nieto a la Universidad Iberoamericana, una escuela
privada donde muchos alumnos pertenecen a familias adineradas o de clase
media.
Cientos de estudiantes protestaron por la visita del candidato del Partido
Revolucionario Institucional (PRI), quien incluso salió rápidamente de las
instalaciones universitarias mientras era perseguido por los inconformes.
Algunos líderes del PRI y su aliado, el Partido Verde, afirmaron que la
protesta fue organizada por personas ajenas a la Universidad.
En respuesta 131 alumnos difundieron un video en internet donde mostraban la
identificación de su escuela y demandaban una cobertura equilibrada de los
medios de comunicación.
Horas después estudiantes de otras universidades públicas y privadas se
sumaron a la protesta en Twitter, bajo la etiqueta #YoSoy132, y después se
organizaron marchas y protestas frente a las instalaciones de Televisa.
Al principio el reclamo fue por una cobertura equilibrada de los medios de
comunicación, pero luego se sumaron otros temas a la agenda común, incluso
algunos que poco tenían que ver con el inicio del movimiento, explica el
académico Gastélum.
Un ejemplo fue la participación de grupos como el Frente de Pueblos en
Defensa de la Tierra de Atenco, que se opone a la construcción de un nuevo
aeropuerto en su comunidad; o el Sindicato Mexicano de Electricistas que demanda
la reinstalación de trabajadores despedidos de la Compañía de Luz y Fuerza del
Centro.
Factor Televisa
Para algunos analistas el destino del colectivo estudiantil empezó a marcarse
tras la elección de Peña Nieto como presidente del país.
Varios miembros de #YoSoy132 se sumaron a la protesta del ex candidato de la
izquierda, quien denunció que el ganador oficial había comprado millones de
votos y gastó más dinero del autorizado en su campaña política.
La participación en el conflicto postelectoral fue criticada al interior del
movimiento estudiantil, que se había definido como apartidista.
Pero la mayor crisis ocurrió en octubre, cuando cuatro de los fundadores de
#YoSoy132 fueron contratados por Televisa para participar en un programa de
análisis político.
Una decisión que fue descalificada por la asamblea #YoSoy132 del ITAM. "Es
una absoluta incongruencia con los ideales y objetivos del movimiento", señaló
el grupo en un comunicado.
Uno de los más criticados por sumarse a Televisa fue Antonio Attolini, quien
al inicio de las protestas fue uno de los mayores críticos de Televisa.
"Ni alineado ni vendido, soy un colaborador", respondió el estudiante en un
mensaje por Twitter. "Infinita sería la lucha si no empezamos a ganar
terreno".
Futuro
¿Qué va a suceder con el movimiento #YoSoy132?.
El académico Gastélum cree muchos integrantes originales se van a retirar,
porque no coinciden con el nuevo cariz político que adquirió en los meses
anteriores.
Pero algunos voceros del grupo, como Alfredo Lecona, insisten en que es
necesario mantener la demanda por una cobertura equilibrada de los medios de
comunicación, así como evitar la influencia de las televisoras en la vida
pública del país.
Recientemente, por ejemplo, algunos integrantes de #YoSoy132 demandaron al
Congreso que informara sobre la decisión de asignar las comisiones de Televisión
y Telecomunicaciones a diputados vinculados con las empresas Televisa y
Televisión Azteca.
Hasta ahora no hay respuesta de los legisladores.
Enlace relacionado: Mis Quijotadas.López Obrador y táctica post electoral.
Fuente:BBC Mundo.
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