TODO SOBRE LAS CARICIAS

Todo sobre las caricias

 

 

 

Masajear en “seco” es más difícil, además de ser menos agradable. El uso de cremas, aceites y accesorios puede procurar sensaciones nuevas y avivar la chispa del encuentro sexual. Descubre cuál es la mejor opción para ti y tu pareja.
 

• Aceites perfumados: muy agradables, ayudan a que los masajes sean más dulces y envolventes. Puedes comprar mezclas aromáticas preparadas o confeccionar tu propia fragancia eligiendo un aceite neutro y agregándole algunas gotas de aceites esenciales de naranja, jazmín, lavanda, etc. También puedes optar por los aceites puros menos fuertes (el aceite de almendra dulce o de hueso de albaricoque) o el aceite de monoï. Éste, que se vende en farmacias y perfumerías, nutre la piel y te ¡transportará a los trópicos!

• El talco: es fresco y discreto y recuerda al olor de los bebés. Puedes aplicarlo en cualquier parte del cuerpo sin temor.

• La leche corporal: con ella, el tacto será más fluido y ligero. Elige una con el olor que más te guste y déjate envolver por las nuevas sensaciones olfativas. Además, te ayudará a curar e hidratar la piel.
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Accesorios clásicos o más originales

Las manos y los dedos pueden hacer maravillas, pero para enriquecer tu sexualidad, mejor acaricia el cuerpo de tu pareja con la lengua, los labios, el pelo, los brazos, los senos o el sexo. Un poco de imaginación, ¡qué diablos!
 

Para los masajes también puedes utilizar plumas o pequeños accesorios de madera o plástico. La oferta es infinita.
 

Un ambiente propicio

Para que vuestros intercambios sean fructuosos y relajados, algunos elementos se imponen. Utiliza una luz tenue, quizá con ayuda de velas aromáticas. Elige una superficie cómoda, un sofá, un futón o, por supuesto, una cama y pon algo de música suave. Asegúrate de que no haga frío en la habitación, ya que la persona que recibe el masaje podría enfriarse.
 

Caricias terapéuticas

Las caricias funcionan como parte de un programa terapéutico, en el sentido de que pueden ayudar a que ambos miembros de la pareja entren en contacto con su lado más sensual, no necesariamente sexual. “Proponemos a nuestros pacientes redescubrir el arte de las caricias, sobre todo en algunos casos; cuando, por ejemplo, una de las dos personas carece de deseo, si la sexualidad en la pareja se ha ido perdiendo o, más aún, si el hombre padece eyaculación precoz”, explica la sexóloga francesa Marie-Hélène Colson. Y agrega: “El contacto corporal reteje la intimidad, reactiva la sexualidad y reestablece la comunicación. Para entrenar a los pacientes en este descubriendo, les sugerimos que hagan uso de su imaginación así como de algunos accesorios, como los aceites o los aparatos masajeadores”.

 

Fuente: Yahoo.Com