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miércoles, 27 de junio de 2012

SUPREMA CORTE DE EEUU COMPLICA A REPUBLICANOS


Mitt Romney candidato del Partido Republicano


El duro fallo del lunes de la Corte Suprema  contra la ley de inmigración ilegal de Arizona, suscitó un debate creciente entre los republicanos sobre cómo navegar en un tema que ha dado energía a la base conservadora y apagó los votantes hispanos.


Algunos derechistas se sorprendieron de ver al juez John G. Roberts Jr., una figura icónica para muchos conservadores, del lado de los liberales de la Corte, al rechazar varias disposiciones claves de la legislación e incluso al declarar que, en “regla general, no es un crimen que un extranjero sujeto a deportación permanezca en Estados Unidos”.


El fallo se produjo mientras el aún no confirmado candidato presidencial republicano, Mitt Romney, ha luchado para conectarse con los hispanos después de cortejar a los votantes conservadores con una retórica afilada contra la inmigración ilegal. Una encuesta publicada el lunes lo mostró favorecido por sólo un cuarto de los votantes hispanos.


El dilema de Romney y el Partido Republicano se desprende de encuestas recientes. La ley de Arizona es muy popular entre los blancos y los votantes independientes, según datos del Centro de Investigaciones Pew, mientras que muchos estrategas republicanos creen que su partido tiene pocas posibilidades de éxito en los campos de batalla electoral, como Colorado, Nevada y Virginia, si Romney no gana cerca de 40% del voto de los hispanos.


La tensión entre los republicanos sobre la inmigración ha sido una lucha que ha durado muchos años y se convirtió en un punto de contención durante las elecciones primarias del Partido Republicano, cuando Romney trató de ganarse a los escépticos votantes conservadores, la base de su estrategia, al atacar a los puntos de vista más liberales acerca de la inmigración de sus rivales.


En las últimas semanas, el presidente Obama ha aumentado la presión sobre Romney, al anunciar que pondría un alto a las deportaciones de cientos de miles de jóvenes inmigrantes ilegales, acción sobre la que los activistas hispanos habían insistido desde hace mucho tiempo.


Y algunos líderes republicanos, incluido el exgobernador de Missi­ssippi, Haley Barbour, han expresado públicamente su preocupación de que la posición de Romney permita que los demócratas representen al Partido Republicano como antihispano.


Fuente:El Economista.mx

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